24- April
Salgo de mi horrible, confuso y culpable baño, de supuesta relajación.
Sé lo que viene. Una llamarada Jonás en minutos; intento preparar mi mente, para el hecho.
No tardó en llegar a mis oídos su voz, cuando pisé la cocina. Irritado y adormecido, aún así me golpea los tímpanos … — ¡¿Se puede saber qué coño se le chifla en la cabeza a esta hija de Satanás?! — me encuentra en cuanto cruzó el marco de la puerta. Su cara destila gritos contenidos de: “te odio m*****a perra”, y no exagero.
Indignado, golpea el instrumental de la cocina; mientras, intenta preparar el desayuno, eso creo.
—Nada… todo… ¡Ay! ¡No sé! … No entiendo nada— me siento resignada a esperar el café de Jonás que refunfuña por mi respuesta, repitiéndola entre dientes. ¡Que no sabe, ayj..., la señorita no sabe! ¡No sabe!. Repite. ¡Dios salve a la cafetera!
Cassius entra tomándose la cabeza con un gesto dolorido. Jonás me señala con la espátula y sin hablar me dice claramente. "Eres una idiota, te vas a a