Alejandro, incapaz de perder su dignidad, la miró fijamente. —Dime, ¿con quién te irás?
Luciana, considerando los siete años de relación con Alejandro, decidió no ser demasiado dura y le dejó mantener algo de dignidad. —Ya no hay relación después del divorcio. Tengo mi trabajo, y si realmente necesitas decirme algo, podemos hablarlo después de mi horario laboral.
Era lo único digno que podía ofrecerle a Alejandro. —Abogado Campos, vámonos.
Al girarse, Sebastián lanzó una mirada de desprecio hacia Alejandro. La mano de Alejandro quedó vacía mientras permanecía inmóvil en su lugar. Nadie se atrevió a acercarse en ese momento para no provocar problemas.
Solo Diego podía hablar con él. —¿Qué pasó realmente entre Luciana y tú? ¿Cómo llegaron al divorcio?
Alejandro siempre había pensado que Luciana solo estaba enojada con él. Creía que tarde o temprano volvería a su lado. Luciana lo amaba y habían sido el primer amor el uno del otro. No fue hasta ese momento que se dio cuenta: ella no estaba