Pero Daniela conocía bien a Andrés.
No era el más llamativo, pero tenía buen corazón. Había estado enamorado de Luciana por ocho años, sin decir nada. Y durante todo el tiempo que ella estuvo casada con Alejandro, nunca cruzó la raya con ella, siempre fue respetuoso.
Y ahora que intentaba acercarse, lo hacía de forma sincera.
¿Quién sabe cuánto le dolió ver a la mujer que quería caminando de la mano con otro?
Como dicen en redes: si vas a casarte, que sea con alguien que de verdad te quiera.
Y Andrés no parecía una mala opción.
Luciana apartó su mano.
—Solo quiero enfocarme en mi trabajo.
Andrés ya se esperaba una negativa. Sabía que era casi seguro que lo rechazaría. Pero igual, escucharla le dolió.
Sintió que algo dentro se le rompía. Como si todo lo que llevaba guardado se desbordara.
Bajó la cabeza.
Luciana agarró la caja de primeros auxilios y salió.
Daniela fue hasta Andrés y le dio una palmada en el hombro.
—Luciana acaba de divorciarse. Necesita tiempo para sanar. No la presion