Hugo
Se fue sin una palabra.
Sin mirar atrás.
Sin pausa.
Solo… esa puerta que dejó abierta detrás de ella.
Y yo, ahí, inmóvil, con este silencio que se adhiere.
Me quedé un momento en el sillón, la mirada perdida en el vacío que acababa de dejar.
Pero aún sentía su presencia.
Su olor, tal vez.
O simplemente la huella de un desasosiego que ya no me pertenece realmente.
Me tocó.
No con sus manos.
No con sus palabras.
De otra manera.
Me miró sin jugar.
Finalmente dejó de seducir y fue ahí cuando sentí el verdadero peligro.
La deseo.
Ya lo sabía un poco.
Pero ahora se ha vuelto evidente.
Casi incómodo, pero creo que ya es demasiado tarde.
Pero no quiero a una mujer que busca agradar.
Quiero a aquella que se atreve a derrumbarse y levantarse sin maquillaje.
Y ella… podría ser eso.
Aún no.
Pero se está acercando.
Y eso me descompone más de lo que quiero admitir.
Nora
Regresé a pie.
No porque estuviera lejos.
Sino porque necesitaba que el suelo bajo mis pies existiera.
Caminar, al menos eso.