*** MIENTRAS TANTO FABIAN^**
No podía creerlo.
Siempre confié en Ana.
Me había enamorado como un idiota. Ella había entrado a mi vida como un incendio dulce y desordenado, arrasando con todo lo que yo era. Me hizo sentir otra vez. Me hizo creer. Y ahora… todo se derrumbaba. ¿Cómo había terminado así?
¿Desde cuándo me mentía?
¿Desde cuándo estaba con él?
¿Desde cuándo su cuerpo ya no era solo mío?
Conduje como loco. Como si pudiera escapar del dolor pisando el acelerador. Como si dejar atrás las calles pudiera apagar la imagen de Mathias cargándola en brazos. Su cuerpo acurrucado en su pecho. ¿Qué más necesitaba ver?
Nada.
Cuando llegué a la mansión, todo estaba en silencio. Oscuro. La lluvia caía como una sentencia contra los ventanales. Al subir a mi habitación, la encontré ahí: Verónica. Acurrucada en mi cama. Abrazando su vientre de cinco meses. Cinco malditos meses que se me vinieron encima como una pesadilla.
Parecía agotada. Vulnerable.
No quise discutir. Solo le cubrí