Salí furioso de la que era mi habitación en la mansión Scott, esa niña, argh. Tenía ganas de argh...
-¡Mierda!
-¿Y a ti qué te pasa?
-¡Nada!- grité y ahí me di cuenta que era a Alma a quién gritaba-. No me pasa nada, perdóname por gritarte.
-Estás perdonado, pero repito la pregunta ¿Qué te pasa?
-No lo sé, debe ser todo lo que está pasando con esa chiquilla que me tiene molesto.
-¿Y por qué?
No, no, no. Ya empezamos... Alma tenía esa facultad de sacarme información como si fuera una niña chiquita la que me estaba preguntando, pero no caería en su jueguito, no esta vez.
-Bueno, por que si.
-Ah... Oye, le puedes llevar esto a Dani, es que no quiero molestarla, sé que está Giovanni con ella.
-Él ya se fue y mejor llévaselas tú, no creo ser bien recibido por ella.
-Y cómo lo vas a ser si la tratas peor que a Thomas.
-¿Qué te ha dicho?- pregunté molesto, esa niña me estaba poniendo mal con mis amigas y no se lo permitiría, pero Alma me paró.
-Ella no me ha dicho nada, bruto. Es cosa de v