La conversación entre Ignacio y Evana fue interrumpida porque los teléfonos de ambos comenzaron a sonar, Evana respondió de inmediato al ver que era Tiberius quien llamaba.
–Hermano.
–¿Cómo estás?
–Estoy bien, estamos bien, Ignacio está conmigo.
–¿Qué pasó? Los noticieros hablan de una explosión en plena rueda de prensa. ¿Cuál rueda de prensa? Evana, saldré para allá de inmediato –espetó y cerró la llamada, dejando a su hermana sin palabras.
–Tiberius viene, está muy alterado, hizo preguntas, pero no me dejó explicarle nada.
–Creo que ya lo conozco un poco, llamó solo para verificar si estabas bien, pero igual vendrá a comprobarlo.
–¿Quién te llamó a ti?
–Sergio, me preguntó por Fabio.
–Cierto, ¿dónde está Fabio? –inquirió Evana achicando los ojos y dirigiendo su mirada a los alrededores del edificio.
–Allá está –señaló Ignacio hacia una ambulancia donde podía distin