En Dinamarca, Raffaella había estado hablando con su abuela y su amiga Anastasia mientras cenaban.
–Entonces, ¿sigues con la idea de buscar trabajo? –le preguntó su abuela.
–Así es, si ahora vamos a vivir aquí, no quiero depender totalmente de los Wellington, han sido muy generosos y seguramente no nos faltará nada, sin embargo, no estoy cómoda teniendo que avisarles hasta de cuando se termina el papel sanitario, antes de comentarlo con ustedes comencé a gestionar entrevistas y mañana temprano tengo una de la empresa que más llamó mi atención.
–Bueno, solo me queda desearte que te vaya muy bien –señaló su abuela.
–Yo también buscaré algo qué hacer –dijo Anastasia.
–Anastasia, me gustaría que buscaras algo de medio tiempo, así puedes iniciar algún curso que te permita completar tus conocimientos de diseño de interiores.
–Está bien, pero también puede ser un trabajo de tiempo completo y estudio de noche, yo también