El día de lectura de cargos, Evana sentada al lado de Tiberius e Ignacio detrás de ellos, pero con su mirada atenta a su exmujer.
El inicio del proceso estaba retrasado y nadie daba una explicación al respecto, Tiberius le hizo una seña a su abogado que estaba reunido con la fiscalía:
–¿Qué pasa?
–No se sabe todavía, nos pidieron esperar diez minutos.
–Esto es inusual.
–Como le dije solo nos pidieron esperar.
De pronto la puerta se abrió y un joven caminó apresurado hacia el escritorio de la parte acusadora, habló con ellos en susurros y se vio como se levantaron de sus asientos tanto el fiscal como el abogado de Tiberius, quien buscó sus ojos y todo se ensombreció.
–¿Qué está pasando?
–Van a liberar a Michaela Remington y a Alya Remington.
–¿Qué? ¿Por qué? Mi hermana las identificó, ellas planearon todo.
–Los hombres declararon que no tuvieron nada que ver.
–No es posible, vamos a la comisaria –expresó Tiberius en el punto máximo del estrés.
Al mismo tiempo Ignacio recibía una llamad