Luisa ingreso a la habitación y tomando una almohada ahogo un grito. «Maldita perra, eres igual a tu madre, apareces nuevamente como si nada, con tu carita de mosca muerta… Ahhh, te detesto»
—Luisa, cariño ¿Qué sucede? ¿Por qué has discutido con tu padre?
Marisol ingreso a la habitación con preocupación, tomo asiento junto a su hija en la cama y acaricio su cabello.
—Nada mami —respondió Luisa.
—¿Nada? No estarías, así por nada. ¿Qué sucede?
Luisa suspiro.
—Es la nueva firma de abogados, no quiero trabajar con ellos. Y ya sabes cómo es papá quiere interponerme aquello.
Marisol frunció su ceja, y tomo las manos de su hija.
—Tú eres la directora ahora cariño, así que el no te puede interponer nada, la decisión es tuya.
—Gracias mami.
Luisa abrazo a su madre, no era capaz de decirle todavía que Vivian, había regresado, sabía que aquello le causaría dolor. «Es mejor que permanezca lejos de nosotros»
En la primera planta de la mansión García, Tayron estaba en l