y Manuel. Capítulo: Los verdaderos traidores
Manuel alcanzó a su abuela en el pasillo, sintiendo que el aire a su alrededor se cargaba de tensión.
La preocupación y la determinación se reflejaban en su rostro, mientras trataba de hacerla entrar en razón.
—Abuela, esto es una locura —dijo, su voz temblando ligeramente—. Sabes que yo tengo mi propia empresa…
La abuela lo miró con ternura, pero también con una firmeza que no dejaba lugar a dudas.
—No, cariño, no importa —respondió ella, su tono suave pero autoritario—. Sabes que te quiero, y, además, prometiste cuidar a la abuela, ¿verdad?
—Claro que sí —contestó Manuel, sintiendo un nudo en el estómago. La promesa que había hecho pesaba sobre él como una losa.
—Bien, entonces, ¿qué mejor forma de cuidarla que asegurándome de que su patrimonio esté en buenas manos? Ahora serás mis ojos ahí dentro y me dirás si todo va bien o no, ¿vale? —dijo la abuela, con una sonrisa que iluminó su rostro.
Manuel sonrió.
Su abuela lo besó en la frente con cariño, un gesto que siempre le había brind