Capitulo 4

Adara Petrova

Zaira ajusta mi vestido mientras que se mantenía seria, madre buscaba alguna joya para colocarme y así lucir más mujer según ella.

Me miro en el espejo de cuerpo completo y hago una mueca ante el vestido que cubría mi cuerpo. Un vestido rosa palo decoraba mi cuerpo pálido, mi pecho era cubierto por una tela de tul traslúcido que tenia unos diseños de flores de encaje, un corset ajustado apretaba mi cintura y mantenía mis senos firmes. El corset tenía unos diseños en un tono algo plateado que hacía jugo con el corset, la falda caía en telas de tul de un rosa palo dándole volumen al vestido.

Mis piernas estaban cubiertas por unas medias color piel que tenían bucaneras por dentro para no morirme de frío esta noche. Tenía unos tacones de al menos cinco centímetros y casi llegaba a la altura de mi madre con ellos puestos.

Madre se acerca a mí y coloca unos pendientes y una diadema en mi cabello rubio liso, tenía un maquillaje algo exagerado, mucho rubor junto a los labios muy rojos por el labial de mi madre.

-Te ves hermosa-dice madre

Sonrió sin ganas y ella solo suspira mientras ignora mi acción. Zaria rueda los ojos por aquello y me mira.

-Casarte con un viejo que ni siquiera le debe de funcionar, increíble-bufa

-Zaría-la regaña madre

-Lo siento, tía, pero es verdad. Tiene treinta años más que Adara. Está más cerca de la muerte que del orgasmo.

-Zaria, es el prometido de tu prima, ten respeto por favor-exige madre

Zaria solo encoge sus hombros restando importancia a lo que decía madre y sonrió levemente. Kira entra dando brincos alegremente y sonrió aún más al verla, su vestido celeste palo le hacían juego a sus hermosos ojos azules.

-Hay mucha gente madre-sonríe Kira

-Lo sé, Kira y por eso debes de comportarte y estar siempre de mi lado o el de Faddei-dice madre

Kira asiente y viene a mi lado, sonríe al verme.

-Te ves como una princesa

-Tu aun mas-acaricio su mejilla

Tocan la puerta y madre va a ver quien era, al abrir la puerta logró ver a Alexey.

-Tía, mi tío dice que bajen-dice Alexey

-Iremos en unos segundos Alexey-dice madre

Mi primo asiente y le hace una seña a mi prima, ella besa mi mejilla y se va con su hermano mayor.

Alexey era de cabello rubio y ojos azules, algo totalmente contrario a mi prima que era castaña y de ojos grises, madre asegura que Alexey era el vivo retrato de su padre mientras que Zaria era el de su madre.

Alex y Lay tenían veintidós años mientras que con Zaria teníamos solo dieciocho años, Faddei nos seguía con quince años y Kira tenía solo siete años.

-Kira ve con Faddei-ordena madre a mi hermanita

-Pero quiero estar con Adara

-Ve con Faddei ahora-repite madre

-Ve con Faddei-le pido a mi hermana

Ella asiente rendida y sale de la habitación dejándome sola con madre. Ella solo retoca mi labial y mi cabello mientras que el silencio nos rodeaba.

-Vamos, tu padre debe de estar ya molesto por la tardanza

Asiento mientras tomaba el brazo de mi madre y salíamos de mi habitación. El estómago se me revuelve por el miedo y nervios mientras avanzábamos hacia el salón donde sería la fiesta.

La fiesta se celebraría en la sala la cual usaban para las visitas, así que debía de ir hacia el otro extremo de la mansión con madre. Llegando a la sala entramos llamando la atención y la mirada de padre recae en nosotras. Disimular su molestia y madre me guía hacia el que hablaba con un par de hombres. Varios de ellos andaban con jovencitas o señoras.

Padre toma mi mano y me da una mirada, trago nerviosa mientras que madre se ponía aun lado de padre. La mayoría de los hombres se retiran y solo queda uno grande que me miraba de forma asquerosa y sonreía de lado. Una joven estaba aún a su lado de manera callada.

-Leonardo-habla padre-. Te presento a mi bella hija y futura esposa, Adara Petrov-dice padre-. ¿ Es hermosa, no es así?

-No te equivocabas, Alek-habla y me tenso de pies a cabeza-es realmente hermosa tu hija y me enorgullece que sea mi esposa y solo mía.

-Será toda tuya en dos semanas más-sonríe padre-. Ella aun es pura así que no habrá problema de nada.

El hombre sonríe aún más y luego mira a la joven de su lado, pone sus manos en los hombros de la chica y la hace dar un paso hace adelante.

-Adara ella es mi hija Sofía-la presenta y miró a la chica de cabello castaño claro y ojos miel muy hermosos, nada comparado con el hombre que era su padre-se que se llevaran muy bien, tiene sólo diecisiete años.

Si, definitivamente podría ser la misma hija de este señor y yo debía casarme con él.

-Un gusto, Adara-habla Sofía y mira a su padre dudosa-. Me alegra que vayas a ser esposa de mi padre

Asiento sin siquiera responder y paso saliva mientras que padre me miraba fijamente.

-El gusto es mío-hablo

Padre sonríe al señor que sería mi esposo y Zaria me mira desde el otro lado de la sala con mis hermanos y primo. Ambos asesinaban con la mirada a mi padre que simplemente halagaba mi belleza y lo mucho que ayudaría a los genes de la familia de Leonardo.

Se acercan dos hombres y reciben una inclinación de cabeza de mis padres y Leonardo.

-Boss un gusto tenerlo en mi hogar junto su hijo-dice padre

-Un gusto ser invitado al compromiso de tu hija-dice el Boss

Alexander Maslov me mira fijamente y asiente hacia mí, hago lo mismo algo dudosa y su hijo Dmitry Maslov solo me mira fijamente. Tenía entendido que si el Boss no permitía el compromiso no podía casarme por más que mis padres así lo desearan.

-¿Qué te parece el futuro marido de mi hija? Un leal en nuestras filas Boss

El Boss mira a Leonardo y asiente levemente mientras volvía su mirada hacia mi. Larissa se mantenía aun lado del Boss y ella hablaba con madre ignorando a los hombres.

-Un hombre leal es lo fundamental para las uniones en la Mafia Roja-habla el Boss

-¿Cuál es su aprobación? ¿Podrán casarse?

El Boss me mira fijamente y suplico con que note mi miedo ahora mismo, mira a Leonardo y luego a su hija y asiente.

-Tienen mi permiso para casarse -dice

El mundo se me viene encima y Leonardo sonríe mientras inclina su cabeza en modo de agradecimiento. Toma mi cintura de forma posesiva y trago duro mientras que su agarre me mantenía inmóvil a su lado.

-Serán un buen matrimonio-habla Dmitry

Sus ojos verdosos examinaban ahora mismo a la hija de Leonardo. Ella solo se mantenía a un lado de su padre sin dar ninguna opinión.

•••••••••••••••••••••••••

Acostada en mi cama y en medio del silencio de la mansión veía mi sortija de compromiso que había definido mi destino ahora mismo con Leonardo.

Las lágrimas bajan por mis mejillas suavemente y las secó rápidamente. Trago mientras me acomodaba para poder dormir, pero era imposible conciliar el sueño.

Podía huir de aquí e irme lejos, pero ¿donde? No tenía lugar donde ir. Mis abuelos habían muerto cuando era una niña, no conocía a los abuelos de Zaria y padre me buscaría por toda Rusia solo para llegar a mi.

Aunque si me largaba ahora mismo podía tomar ventaja por algunas horas. Recuerdo que las cámaras no eran vigiladas a altas horas de la noche.

Me pongo de pie y caminó por la habitación, agarró mis prendas de ropa y me coloco lo más abrigado posible ya que estábamos bajo seis grados y el frío era insoportable.

Al estar ya lista agarre algo del dinero que tenía escondido en mi habitación y bajó al primer piso en silencio. Ir por la entrada principal sería arriesgado ya que era la parte más vigilada de la mansión así que tocaba escabullirse por el servicio.

Logró llegar con dificultad ya que no conocía bien los pasillos pero logré estar en la cocina. Salgo por la puerta que llevaba al jardín trasero y el frío me golpea el rostro.

Suspiro y comienzo a correr alejándome de la mansión y adentrándome a las vacías calles llenas de nieve. Ya lo suficiente lejos bajé la velocidad y comencé a caminar. Tenía que llegar al centro de la ciudad y así poder irme a algún terminal para salir de ella.

Camino con el frío colándose por mi cuerpo y eso me mantenía muy temblorosa. Sentía mi nariz helada y me dolía un poco. Me aseguró en mi bufanda mientras caminaba con rapidez. Me detengo en un bar y respiro agitadamente. Necesitaba un vaso de agua e ir al baño.

Entró dudosa y me saco mi bufanda y mis guantes, camino entre la gente que hablaba y bebía licores que no reconocía. Me acerco a la barra y me siento en un taburete.

-Hola-me saluda el chico de la barra-¿Qué deseas tomar? ¿Whisky? ¿Ron? ¿Vino? ¿Vodka? ¿Cerveza? ¿Cócteles? ¿Gaseosa?

-Uhm solo agua

-¿Agua? Eso no es usual en un bar, pero bueno-asiente-. ¿Gasificada? ¿Media Gasificada? ¿Sin gas?

-Uhm sin gas-digo

-Vale

Tomó un vaso y miró a mi alrededor, en una esquina había una sección algo apartada donde unos hombres se mantenían sentados y hablando entre ellos.

-Acá lo tienes-me entregan un vaso con agua y dos cubitos de hielo

-Gracias, ¿Cuánto es?-pregunto

-Seis rublos-responde

Le entregó el dinero y bebo mi agua mientras jugueteaba con una servilleta. El chico me mira intrigado.

-¿Estás sola?

-Si-asiento

-¿Qué haces sola en este lugar? Las calles de Rusia de noche son peligrosas para las mujeres

-Bueno...-me remuevo-solo estaba caminando, mi casa esta a unas cuantas calles

Asiente y atiende un nuevo pedido, bebo mi agua y le preguntó hacia donde estaba el baño. Me señala un pasillo y caminó hacia él sintiendo la mirada fija de alguien sobre mi que me hizo temblar.

En el baño lavé mi cara y tomé una bocanada de aire, debía de irme luego antes que en la mansión se dieran cuenta de mi ausencia.

Saliendo del baño caminé por el pasillo y me topé con un hombre alto, me miraba fijamente.

-Lo siento-balbuceo

-Cosa ci fa qui una donna single?

<<¿Que hace una mujer sola por acá?>>

-¿Qué?-pregunto sin entender

Frunce el ceño ante mi acento y luego suspira.

-¿Qué hace una mujer sola por acá?-La lengua rusa se hace presente en la conversación.

-Tomaba un vaso de agua nada mas-respondo-. Siento mucho haberte molestado y debo de irme

Paso por su lado pero me detiene con un agarre en mi brazo, me sobresalto asustada y cierro mis ojos esperando el golpe.

Pero nada llega, me remuevo dudosa y me suelta, volteó para encararlo y me mira fijamente.

-¿Quieres una copa?-ofrece

Noto su acento Italiano y frunzo el ceño. ¿Por qué un italiano estaba en el territorio de Ruso? Tenía claro que ellos estaban en guerra con la Mafia Roja.

No todos son mafiosos

Cierto. Quizás era un simple turista.

-Uhm debo de irme-digo

-Será un rato, si quieres después puedo llevarte a tu casa para que no camines bajo estas temperaturas.

Podría pedirle que me lleve a un terminal y así largarme más rápido.

-Bueno, pero solo una-le digo

Me da una leve sonrisa y caminamos juntos a la barra, nos sentamos en unos taburetes y el mismo chico se nos acerca para pedir la orden.

-Sírveme un vaso de Whisky con algo de gaseosa, ¿que deseas?-me mira

-¿Tienes jugo?-pregunto

-Tenemos-afirma-. Hay de naranja, fresas y moras

-El de mora-sonrió

Se aleja de nosotros dejándonos solos y miro al hombre que le acompañaba.

-¿Eres Italiano? Tu acento es diferente

-Lo soy-confirma-. Vivo en Positano y estoy de turista por Rusia, me largo en unas horas más a mi ciudad natal.

-¿Cómo te llamas?-pregunto

-Flavio-sonríe-. ¿Cómo te llamas tú?

-Adara-respondo

-Adara-repite-su significado es la más hermosa, ¿Lo sabías?

-Si-sonrió mientras que el chico nos servía el pedido

-¿Eres de aquí de Rusia?

-Si, vivo aquí desde que nací-sonrió

-¿Nunca has viajado?

-No, padre siempre era quien viajaba solo-digo

Asiente y bebe de su trago mientras que yo bebo de mi jugo de moras, sonrió ante el sabor y me lo tomo con tranquilidad. Aún sentía la mirada fija de alguien sobre mi y eso me hacía temblar un poco del miedo.

Luego de casi una hora en el bar, decidí que era hora ya de irme. Dejo mi vaso ya sin jugó en la barra.

-Debo de irme-le aviso

-Vamos, te alcanzare a tu casa

-Uhm no iré a casa-digo mientras me alejo de él

Siento como me sigue y agarro mi bufanda junto mis guantes, me los coloco para luego salir del bar y adentrarme nuevamente al frío de Rusia.

-¿No irás a tu casa?-pregunta Flavio

-No, iré a un terminal. Debo de ir a visitar a mis abuelos-miento

Asiente y luego me señala el aparcamiento que estaba a unos cuantos pasos de nosotros.

-Vamos, tengo ahí mi auto

Hago una mueca y suspiro rendida ya que era eso o irme a pie hasta el terminal más cercano. Al estar en el aparcamiento nos acercamos a un auto lujoso el cual estaba en medio de otros dos autos más. Flavio revisa su chaqueta buscando las llaves y muerdo mi labio nerviosa.

¿Padre ya sabría que no estaba en la mansión?

¿El Boss ya estaría planeando mi muerte por huir?

¿Leonardo ya habría tenido problemas con padre?

¿Cómo estaría Kira?

¿Mis hermanos y primos?

Me alejo de mis pensamientos cuando cubren mi boca con un paño y trato de forcejear pero un brazo firme me agarra de la cintura manteniéndome inmóvil.

-Calma principessa, andrà tutto bene

<<Calma princesa, todo estará bien>>

Un Italiano fluido es lo último que oigo antes de caer inconsciente.

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