80. Eres la distracción.
Derek Montenegro
Esa mañana estábamos en mi sala sintiendo la tensión palpable en el aire, a pesar de todo parecía un refugio en medio del caos que se había desatado. Era la calma antes de la tormenta. Eloise permanecía en la esquina, observaba con delicadeza la escena, donde Miguel y Benjamín se encontraban sentados frente a mí, y las sombras jugueteaban sobre sus rostros, creando un contraste con la seriedad del momento. Con ese vestido que de embarazada que había adquirido se veía tan bella que me daban ganas de llevármela, pero actualmente estaba concentrando en acabar con Santoro.
—Vamos a sacar a Eloise en un aeropuerto privado —rompía el silencio con una voz tan filosa que ellos entendieron que era una petición donde podia rodar cabezas si no era cumplida. La mirada constante de Miguel reflejó cierta duda.
—Lo siento, pero Derek, eso va a ser difícil. Por ahora, si seguimos en este juego, es mejor que mantengamos oculta a Eloise aquí, en tu casa. No podríamos sacarla al menos