58. ¿NECESITAS AYUDA?
GREYSON
—…señor, no quería aceptar el dinero de la camioneta, pero al final lo dejé sobre su mesa — escuchaba el informe del guerrero encerrado en el baño.
— También le aparqué el nuevo coche que mandó a conseguir para ella - asentí satisfecho.
Fueron algunas cosas que ordené mientras esperaba que Ava reaccionara.
—¿La tranquilizaste con respecto a la Srta. Reed?
—Sí, sí, Alfa, le expliqué y me aseguré de no hablar nada frente a su madre. La enfermera me dijo que dormía en el piso superior.
—Bien, quédate afuera cuidando la casa con discreción —le di instrucciones en voz baja para no despertar a Ava.
Colgué mirándome en el enorme espejo sobre el lavabo.
“Diosa, esa hembra casi me arranca los pedazos…” pensé, pasando los dedos por las marcas de su boca y garras sobre mis pectorales.
La espalda debería estar peor.
Recordé todas las deliciosas sensaciones de hacerle el amor.
“Sshhh, qué rico…” mi lobo pervertido se encargó de confirmar y no pude estar más de acuerdo con él.
“Y pensar qu