59. ¿QUIÉN PUEDE AYUDAR A AVA?
GREYSON
No me responde, pero escucho la ducha y ha pasado olímpicamente de seguirme hablando.
Ya tendré tiempo de darle unas buenas palmadas a esas nalgotas rebeldes.
“Y luego se las podemos chupar”
“Kaos, se supone que era para castigarla. ¿Qué cojones te pasa que estás tan cachondo?, ¿te viene el celo?”
Le pregunté tomando la ropa de cama y llevándola al pasillo para arrojarla por el hueco de lavandería.
“No estoy seguro, hace mucho que no entro en celo”, me responde pensativo, pero luego suelta una de sus perlas.
“Siento que tendremos que buscar otro método para castigarla, no hay manera de que no babee sobre ese culote”
De puta madre con mi lobo. Presiento que Ava va a hacer con él lo que le dé la gana.
Con un bufido me pongo a revisar la despensa y me doy cuenta de que no tenemos nada fresco, necesito alimentarla de más que sangre y esperma.
Subo a la cabina de mando, es bien temprano, el sol apenas está saliendo.
Después de salvarla y comprobar que se encontraba bien, corrí con