AVA

Me dominaba con fuerza, empujándome contra él en cada embestida.

Verlo follándome, gimiendo excitado, su expresión de éxtasis, su cuerpo poderoso moviéndose dentro del mío, las sensaciones de nuestros genitales haciéndose el amor, me ponían a mil.

Nuestros ojos nunca dejaron de conectar en medio de las penumbras.

Cogimos como animales. El sudor corría, sus testículos chocaban rítmicamente contra mis nalgas.

—Ggrrrrr… maldit4 sea, no me puedo venir tan rápido… —gruñó y cerró los ojos, subiendo la cabeza.

Pero su ritmo nunca bajó, se volvía más frenético y delicioso.

Me tenía gritando al compás de los chirridos de las patas de la cama.

Apretó mis senos y volvió a inclinarse para comérmelos mientras embestía como una bestia sobre mi cuerpo.

Estaba cerca, mmm, demasiado cerca de volver a correrme.

—¡Greyson…! Aaahh, ssshhhh, tócame el clítoris, tócame más…

—No, no, juntos… —gruñó incorporándose.

Estuve a un segundo de protestar, pero salió de mi interior y fui girada en cua