No sabía por qué sus pensamientos habían sido aquellos, pero lo distrajo al ver la ropa que llevaba puesta. Eran unos shors cortos y una blusa que era muy pequeña para ella. Dejando al descubierto parte de su abdomen plano y su sedosa piel.
—De donde has sacado ese pijama? —Daniel le preguntó mientras hundía su nariz en su cabello, oliendo su fresco y dulce aroma, bajando un poco más hasta su cuello—. Te ves tan sexy y atractiva, nena.
Lo estaba poniendo mucho verla vestida así.
Se separó un poco para mirarla y le levantó de nuevo la barbilla, separando unos mechones que cubrían sus lindos ojos.
—Ya deja de llorar y mejor bésame.
Su mano subió fugazmente hasta la nuca de Serena y sus ansiosos labios se lanzaron hacia su boca, capturándola como si no hubiera un mañana. Serena lo aceptó gustosa.
El beso fue apasionado y lleno de deseo, como si ambos estuvieran tratando de expresar todas las emociones reprimidas que habían estado sintiendo. Serena se entregó al beso, sintiendo la intensi