Tras haber cometido errores, y un accidente que lo cambió todo, Carol Green decide empezar desde cero siendo mesesera en el club más importante de Steelney. Ella se verá envuelta en varios problemas, mismos que tendrá que enfrentar a lado del reconocido empresario Nick Lancaster, pues se verá atada a él gracias a un contrato que garantiza no solo su protección, sino también las respuestas a lo que ocurrió con su familia hace años. Siendo Nick un amor del pasado, Carol tendrá que elegir entre el poder y el amor.
Leer másSus manos recorren mi cuerpo sin límite alguno mientras deja besos húmedos en algunas cicatrices, me aferro a su cabello y suelto todo el aire que estoy conteniendo, sabe moverse, los besos se intensifican, ninguno de los dos quiere parar, cargándome me lleva hasta la cama y siento que pierdo la noción de lo que ocurre a mi alrededor ¿Cómo llegamos a este punto?
Jadea cuando capturo su labio con mis dientes y me mira con completa fascinación.
—¿Te he dicho lo perfecta que luces?
—A cada rato —intercambio los papeles colocándome encima de él.
Beso su abdomen y bajo sin detenerme.
—¡Carol! —suelta mi nombre preso del éxtasis.
Eso solo me indica que lo estoy haciendo bien, y pensar que cada día que pasábamos lejos solo incrementaba el deseo que teníamos por estar haciendo esto.
Tocan a la puerta, se escucha la voz de una mujer diciendo que viene a hacer el servicio, a estas horas me sorprende que el hotel mande a su gente.
—¡Ahora no, lárgate! —espetó.
Lo observo divertido y se acorta la distancia entre nosotros sonriendo a centímetros de mis labios.
—Quédate —susurra.
—Eres una persona ocupada, Nick, apuesto a que las empresas esperan por ti.
—Me vale un carajo, quédate.
—Dos palabras, cinco letras, dilo y me quedaré.
Sabe que lo que siento por él es real, que jamás había deseado tanto algo como lo deseo a él, como lo amo a él.
El silencio se extiende más tiempo del que quisiera, me mira entre la confusión y el asombro.
—Nick…
—Te amo —no me deja responder nada cuando ya me colocado debajo de él para repetir el proceso.
Y es justo cuando creo que llegaré al clímax que despierto abruptamente y con la frente llena de sudor y con la respiración agitada.
—¿Qué pasa? —Ximena se talla los ojos mientras se incorpora y enciende la lámpara —ay, no.
Mi mejor amiga me conoce bien.
—No es nada.
—¿Cómo no va a ser nada? Yo sabía que nuestro último día de vacaciones no teníamos que pasarlo en un hotel, además un asesino podría entrar y ya sabes.
—Ximena, nadie va a morir hoy —intento tranquilizarme y toco mi frente.
Mi mente siempre se encarga de gastarme malas bromas.
—Soñaste con él de nuevo ¿Verdad?
—No sé de qué estás hablando.
—Carol…
Para que fingir, ya lo sabía.
—Sí, pero no importa, eso pasó hace 3 años, no es la gran cosa.
—Si te afecta a ti claro que es la gran cosa.
—Me dejó, Ximena, dijo que me amaba y justo después de darme la mejor noche de mi vida en aquel hotel se largó y no supe más de él.
—¿Intentaste ponerte en contacto con él?
—¿Tú qué crees?
—Pero no le perdiste de todo el rastro cierto.
—No, lo vi en televisión, en revistas, redes sociales, todos hablan del gran CEO, el joven con el futuro más brillante.
—Ni tan joven, 27 años y parece un anciano.
Sé que lo decía para consolarme, por cualquiera que viera a Nick Lancaster se daría cuenta que no es nada anciano y que el hombre está más que bueno.
Maldigo todas las veces que ese recuerdo viene a mi mente, despierta o dormida, jamás debí encontrarme en Inglaterra con él, jamás debí acceder a ir por un trago con él, jamás debí mantener tantos años el contacto con él y por supuesto, jamás debí acostarme con él.
—Un poco de sexo y te has quedado traumada durante 3 años, deberías seguir mi consejo y no tener implicaciones amorosas, es lo que yo hago y mira que me ha funcionado bien.
—Sí, te ha funcionado para no tener ninguna relación seria.
—¿Quién la necesita cuando se puede tener lo único que te importa cuando y donde quieras?
—Punto a tu favor.
—Carol, intenta dormir, pasamos unas vacaciones increíbles aquí en Clawood como para que el recuerdo del idiota y apuesto empresario de Nick Lennox te persiga.
—Gracias por recordarme que es apuesto —respondo entre risas.
—Duerme, mañana a primera hora volveremos a Steelney.
—De acuerdo, descansa, Xime.
—Igual tú —apagó la lámpara y volvió a acomodarse.
No pude dejar de pensar en él, en el gris de sus ojos, en su cabello despeinado que tanto me encantaba, en la manera en que me hacía sentir, pero no está y es absurdo pensar que volverá, ahora es un importante empresario, CEO de una empresa clave en Inglaterra ¿Qué querría hacer aquí en Steelney? Nada, no nada que lo ate a esta ciudad, ni siquiera yo, es por eso que me dejó y me alegro, porque no hay nada el mundo que quiera más, que estar lejos de Nick Lennox.
* * *
1 SEMANA DESPUÉS.
—Estoy emocionada, volvemos a trabajar
—Como camareras —finjo toser.
—Es un trabajo ¿Sí? Y con la llegada del nuevo dueño del club seguro que nuestros sueldos subirán, ya puedo imaginarme en un auto mejor que este.
—¡Oye! Mi auto tiene mucho valor para mí ¿Sí?
—Solo sentimental ¿Crees que el nuevo dueño sea apuesto? —iba a responder, pero me detuvo —yo creo que sí, dicen que es muy importante incluso hay rumores de que está metido en cosas perversas.
—Deberías dejar de creer en lo que dice la gente o lo que lees en internet.
—Soy precavida —señala —aunque después del hombre con el que estuviste es entendible que no quieras a nadie más.
—Nick y yo no
—Ya sé —interrumpe —nunca estuvieron juntos oficialmente.
Estábamos adentrándonos al estacionamiento cuando noté que Ximena no estaba disminuyendo la velocidad, empecé a preocuparme al ver que no hacía nada.
—Frena —le pedí.
—Ojalá pudiera.
Nos acercábamos más hacia un auto y el nuestro no se detenía.
—¡Frena! —grité.
—¡Trato de hacerlo, pero no puedo, tu carcacha no sirve!
—¡Ximena! —me cubrí con las manos esperando el impacto, pero nunca llegó.
La buena noticia es que el carro frenó justo a tiempo, la mala es que golpeamos el auto de enfrente. Presas del pánico bajamos para ver su estado, esto era un desastre.
—No luce mal —la miré cruzándome de brazos —bien, luce muy mal, pero ¿Sabes qué? No conocemos al dueño, así que vamos.
—¿Qué?
Antes de poder seguir quejándome tomó mi mano y me llevó con ella para llegar a la entrada principal del club donde nuestra encantadora guía turística no esperaba. El día no podría empeorar.
—Dark Queen llegó para arruinarnos el día —murmuró.
—Buenos días, para quienes no me conozcan soy Catalina y les daré el recorrido a petición del dueño quien está un poco retrasado.
Odio la sonrisita que siempre ponía, se creía mejor que todos. El recorrido empezó y vi que un hombre nos estaba siguiendo, aunque mantenía la distancia, la verdad no presté mucha atención a lo que Catalina decía, me limitaba a observar el lugar, esto era bastante lujoso.
Quise comprobar si aquel hombre me estaba siguiendo y cuando me adentré en un pasillo lo perdí de vista y, entonces choqué con alguien mucho peor.
—Lo siento, no te vi —cuando mis ojos se encuentran con los suyos siento que el mundo se me viene abajo.
No puede ser cierto, él no puede estar aquí ¿Qué rayos hace en el club?
—Carol —sonríe en cuanto me ve.
Odio que siga luciendo tan odiosamente apuesto.
—Nick.
—Que milagro encontrarte ¿Trabajas aquí?
—¿Es tan obvio? —me fije en una pequeña mancha roja cerca del cuello de su camisa —¿Eso es sangre?
En cuanto se percata trata de cambiar el tema, lo curioso es que nunca se pone nervioso, por supuesto, es Nick Lancaster de quien hablamos, un empresario tan reconocido como él nunca bajaría la guardia.
—Solo es una mancha.
—¿Qué te trae aquí, Nick?
—Negocios —comenta tranquilo.
Pero yo no me fío, cualquier en su sano juicio desconfiaría de él.
—¿Qué clase de negocios?
—Negocios y ya, Carol, si quieres estar enterada de lo que ha pasado en mi vida, déjame invitarte un trago ¿Qué dices?
—Estoy ocupada, lo siento.
—Sabes que no acepto un no por respuesta.
—Nick…
—Déjalo —interrumpe —encontraré una manera de convencerte. Solo vine a hacer un par de cosas, si me disculpas tengo una reunión importante a la que asistir. —Me mantuvo la mirada apenas unos segundos, seguía teniendo el mismo efecto en mí —. Por cierto, sigues siendo tan hermosa como la última vez que te vi.
Cuando se alejó fue como si pudiera volver a la realidad, ese hombre con solo mirarte te puede poner a temblar.
Regresé con el resto de chicos para terminar el recorrido y Catalina nos mostró el casino, era bastante lindo el lugar, lujoso y había unos cuantos hombres al fondo, amigos del dueño me supongo. Hubo una puerta que llamó mi atención.
Solo personal autorizado
Por supuesto, la puerta estaba cerrada.
—¿Qué haces aquí? —aparece Catalina causando que me sobresalte —¿No sabes leer? No puedes estar aquí.
Era notorio el enfado en su voz, dale un poco de autoridad a un trabajador común y corriente y se sentirá imparable.
—¿Qué es este lugar?
—Solo personal autorizado —repite como si no lo hubiera leído ya —el jefe está aquí, es hora de irnos y antes de que a ti y a tu amiguita se les ocurra hacer algo estúpido te aviso que el jefe es mío.
—¿Cómo que tuyo?
—Tienen prohibido acercarse a él ¿Entendido?
—Me meteré con quien se me dé la gana, Catalina —paso a su lado tirando su bolsa y veo el objeto que sale de ella. Un arma —¿Por qué demonios traes un arma?
—No es asunto tuyo, Green.
Pasa a mi lado chocándome y nos reúne de nuevo a todos fuera del casino, trato de no pensar en lo que acaba de pasar, después de dar un par de explicaciones cede su lugar a quien asumo que será el nuevo dueño del club.
—Me da gusto saber que les está gustando el Golden Garden, espero que la remodelación no haya sido demasiado para ustedes.
—¿Demasiado? —susurra mi amiga —la mafia podría pasar desapercibida aquí.
—Mi nombre es Nick Lancaster, CEO de una importante empresa como ya sabrán, me complace anunciarles que soy el nuevo dueño del Golden Garden, confió en que haremos grandes cosas juntos.
—Nick… —hablé en un hilo de voz.
No es cierto, lo que me faltaba, lidiar con él todos los días. El universo tiene algo en mi contra.
—Carol —seguía en shock —Carol estás muy pálida ¿Te encuentras bien?
Mi celular comienza a vibrar y obtengo la atención de los presentes, incluida la de Nick, se apartan para que él me pueda ver, sus ojos grises recaen en los míos y ensancha su sonrisa. Asqueroso, él tenía esto planeado.
—¿Carol?
Más de uno se sorprende al escuchar que sabe mi nombre. No pienso con claridad, saco el teléfono y respondo la llamada intento librarme de este momento.
—Lo siento, debo contestar.
Número desconocido, gracias por salvarme.
—¿Diga?
—¿Carol Green?
—¿Quién habla?
—Detective Smith, departamento de policía —mi corazón empezó a acelerarse —Lamento informarle que Tamara Green ha muerto.
Mi mundo se detiene en ese momento, el ruido desaparece, mi respiración se vuelve intranquila ¿Cómo es que todo se arruinó de un momento a otro?
—¿Qué? Eso no es posible, la vi hace una hora ¿Qué ocurrió?
—Los vecinos escucharon un disparo, me gustaría poder verla para darle más detalles.
—Voy para allá.
Y sin importarme lo que suceda con Nick y la presentación, salgo de ahí tratando de no entrar en pánico y por mucho que lo intente no logro sacarme algo de la cabeza, la camisa de Nick tenía una mancha de sangre.
Carol3 años despuésSeguimos escuchando atentos y fascinados al mismo tiempo lo que Klaus y Ximena nos están contando mientras están en altavoz, se les nota la alegría en su voz.—Me da mucho gusto, Ximena.—Es que no me lo creo, Carol —interviene Klaus un tanto desesperado —estuve con mi hija por horas enseñándole a decir papá y no conseguí nada, ahora resulta que la primera palabra de la niña es «mamá»Nick reúne todas sus fuerzas para no echarse a reír en ese momento, mantiene la vista al frente mientras sigue conduciendo.—Oh, maldito —habla al notar que Nick no comenta —¿Te estás aguantando las ganas de reírte? —se escucha como se acerca Ximena al celular —¡Eso, Nick! Ríete de Klaus porque le gané.Al final no lo contiene más y se echa a reír.—Es que, amigo no puedo creer que la primera palabra de tu hija haya sido mamá, creí que te esforzarías un poco más.—¡Lo intenté durante semanas! —se excusa.—Pues no fue suficiente —replica Xime.—Me alegro por ustedes, chicos —Nick no d
Carol Nos encontramos con Daniel quien nos entrega nuestros trajes y nos muestra la gran variedad de armas que tiene, todas disponibles para nosotros.—¿Qué hay de nuestros límites? —inquiero.—Esta vez no hay, Carol, escojan las armas que creen que serán necesarias para la misión.—No hay límites, perfecto —Nick va directo hacía un par de pistolas que acomoda en su pantalón.Ya teniendo el armamento correcto —y quizá más emocionados de lo habitual —bajamos con el resto del equipo y es Daniel quién da las indicaciones finales para los hombres que nos acompañarán.—Su objetivo es claro —mira a todos a su alrededor —acabar con Maximiliano Novikov, no importa a qué costo, al mando de la misión se quedará Nick Lancaster y Carol Green, la MOH no volverá a perder a manos del líder de la mafia rusa ¿Quedó claro?—Sí, señor —responden todos.—Las mismas personas que se marchan son las mismas que vuelven, esta vez no quiero ninguna baja. Buena suerte.Subimos y pone el auto en marcha, nos sum
NickEscuchamos un ruido en la parte de abajo e instantes después tres hombres entran para atacarnos, logramos detenerlos, incluso Carol acaba con la mujer que la iba a atacar.Al menos así ahora tenemos protección.—La salida está despejada, ven, Santi —el chico sujeta a Carol y bajamos con el resto.Es todos contra todos, parece una verdadera masacre.—¡Santiago! —Ximena sale de no sé dónde y corre para abrazarlo —mi vida, estás bien —lo examina para ver que no lo lastimaron y luego lo vuelve a abrazar con fuerza.—No hay tiempo que perder —me veo obligado a terminar con el bonito reencuentro.—Klaus —esta vez al menos Ximena se centra en su novio.Carol y yo sacamos a Santiago y veo mi camioneta estacionada afuera, jamás me había sentido más feliz en toda mi vida de ver a Mark.—Llévatelos —pido —a ambos.—Como ordene.—No me pienso ir y dejarte aquí —me detiene su voz cargada de enojo —¿Te has vuelto loco, Nick?—Intento protegerte, amor, no ayudarás con esa herida.Rasga su blusa
KlausAl final el maldito nos engañó, ninguna de las jeringas tenía Yex, solo lo dijo para conseguir información, todos terminamos envueltos en la misma simulación y con milagro salimos con vida de ella.Las cosas tan descabelladas por las que tuvimos que pasar seguro que nadie nos las creerá, pero lo logramos, seguimos con vida.Volvimos a abrir los ojos encontrándonos atados a las mismas sillas y en el mismo lugar, con la única diferencia de que Maximiliano no estaba solo esta vez, se reía de nosotros como si estuviéramos dándole un gran espectáculo.Me tensé en el momento en que la vi.—¿Ximena?—Esta belleza y yo llegamos a un acuerdo, quiso salir de todo el conflicto en el que la tenían metida.—¿De verdad esperaban que me quedara con personas tan patéticas como ustedes?Todos nos sorprendemos ante sus palabras, está sosteniendo el brazo de Novikov y a juzgar por su sonrisa, creo que se la está pasando muy bien con él.Un segundo ¿Nos está traicionando?—Ximena —advierte Nick —di
CarolFue hasta varias horas después que abrí los ojos, Nick, Klaus y yo nos encontrábamos amarrados a una silla, pero no era una soga común y corriente.—Buenas noches, bellos durmientes ¿Disfrutando la estancia?Con dificultad me adaptaba a la luz de la bodega.—Estoy seguro que vendrán por nosotros —interviene Klaus visiblemente molesto —la MOH vendrá por nosotros.—Yo no estaría tan seguro, además del ustedes dos ¿Quién más sabe que están aquí?Vi como Nick y Klaus intercambiaban miradas, asumo que no se lo dijeron a toda la organización porque querían resolver este problema a su manera, pues les ha fallado.Y sí que lo han jodido.—Además, olvidé mencionar, traje un pequeño invitado conmigo, seguro que quieren conocerlo.—Conocer a tus amigos nos importa un carajo, Novikov —espeto.—Oh, pero yo creo que este les agradará.—¡Bruno! Trae al chico —pide.De entre las sombras el tal Bruno sale y ante lo que vemos nos quedamos helados.El pequeño Santi viene amarrado de las manos y co
Nick—No le va a gustar esto —menciona Klaus detrás de mí —la has estado espiando.—Si se molesta o no es el menor de mis problemas ahora —aclaro mientras sigo revisando el holograma frente a mí —además, no te hagas el inocente que tú también le regalaste a Ximena un collar con un chip para rastrearla.—Era para casos de emergencia.—Creo que saber a dónde rayos se llevaron a Carol califica como emergencia en este momento.Imagino que el lugar en donde el maldito de Maximiliano la llevó debe ser cerrado, me está tomando más tiempo del que me gustaría encontrarla. Puse ese chip en el collar para asegurarme que la loca de Tanya no hiciera de las suyas de nuevo.—Lo tengo —me acerco más al holograma —parece una especie de bodega.—Espera, conozco el lugar, fue una misión hace más de dos años —hace una mueca que me asegura que nada de lo que diga ahora será bueno —bodega especial, dentro está un lugar que es donde se hacen simulaciones… son cómo las que tú viviste cuando estabas en Moscú.
Último capítulo