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POV Catalina

Maldito Daniel, nunca me había sentido más incómoda. Su actitud estaba rebasando los límites, realmente hoy estaba desatado. Desee con locura irme de su lado, dejarlo aquí e irme con Sebastian y David a bailar o a cualquier otro lado que no fuera este, pero no podía hacer eso, no hasta que terminara de una vez por todas con este circo.

Dios, David ... ese hombre es un sueño con todas las letras, su sola presencia emanaba calidez e imponía tanta sensualidad y amabilidad, todo en un paquete completo. Tenía que controlarme a mí misma para no estarlo mirando cada 2 segundos. En algunas ocasiones me atrapaba mirándole, haciéndome sentir algo de vergüenza... Seguramente pensará que soy una cualquiera como dice Daniel por estarlo viendo tan descaradamente con mi novio presente.

Me sentía sumamente aburrida en este lugar, ya no sabía hacia dónde mirar, no podía seguir hablando con David por miedo a que Daniel fuese a hacer una locura. Mi celular sonó haciéndome saber que tenía un mensaje, era de mi trabajo, así que decidí que era mejor responder eso que seguir haciendo nada en este lugar.

Respondía a los proveedores que informaban que la semana que entra llegaría uno de los últimos pedidos que faltaban para terminar el proyecto más grande en el que hemos estado trabajando estos últimos meses.

-¡Catalina ! ¿Podrías dejar esa maldita cosa?- Preguntó Daniel molesto, ¿Ahora qué?

-¿De qué estás hablando?- Pregunté ya fastidiada, no quería que hiciera una escenita, y menos enfrente de David que observaba todos nuestros movimientos.

-¡Sabes de lo que hablo! Detesto que respondas el teléfono en mi presencia, ¿Cómo sé que no estás hablando con un tipejo?-

-¿Te estas escuchando Daniel? Estoy respondiendo mensajes de mi trabajo, solo eso, es algo importante... Tranquilízate ¿Quieres?- Respondí queriendo calmar la situación.

Pareció no muy convencido, pero no me importó, así que terminé de mandar el mensaje y bloquee el teléfono. Noté que David observaba a Daniel con la mandíbula tensa, como si estuviera molesto. A los minutos mi teléfono vuelve a sonar notificándome de otro mensaje, lo reviso y me doy cuenta que es Delia quien me escribió, sin dudarlo, me pongo a hablar con ella. Me entretengo bastante leyendo las cosas que me manda Del, quien ya se encuentra en mi casa, en un momento suelto una pequeña carcajada por algo que me mandó... Gran error.

-¡¿Con quién m****a estás hablando?! ¡¿Me crees tan estúpido como para seguir creyendo que es tu trabajo?!- Reclamó mi novio algo alterado.

-Daniel relájate, es Delia, ¿Por qué siempre tienes que hacer esto?- Pregunté ya harta guardando mi teléfono, no sin antes mandarle rápidamente mi ubicación a Del sabiendo lo que se avecinaba, ya no puedo seguir aquí.

-Estoy harto de tus malditas excusas Catalina , no me sorprendería cualquier cosa de ti, eres una cualquiera- Soltó Daniel con odio, es suficiente...

-Daniel, es la última jodida vez que me hablas de esa manera, ¿Me escuchaste? Ya no voy a tolerarlo- Dije en voz baja pero con mucho coraje, David aún seguía en la mesa y me mentiría a mí misma si pensara que no escuchó el teatrito que está montando Daniel, quien me vio con los ojos llenos de furia, se levantó de la silla y me tomó muy fuerte del brazo llevándome con él.

-Daniel suéltame, me estas lastimando- Pedí mientras era arrastrada por las orillas del jardín que llevaban a la salida del lugar.

Él no dijo ni una palabra, iba muy enojado y para nada pensaba en soltar su agarre que era muy fuerte, seguramente dejaría marcas, estaba un poco asustada honestamente.

-¡Ya suéltame! ¿Qué crees que haces?- Pedía entre asustada y enojada, siguió haciendo caso omiso hasta que llegamos a la calle y me soltó el brazo casi empujándome.

-¡¿Qué m****a tienes en la cabeza Catalina ?!- Peguntó furioso.

-¿Qué m****a tienes tú? ¿Qué fue eso Daniel?- Respondí de igual manera.

-Te pedí que me acompañaras a un puñetero evento y ¿Qué es lo que hiciste? Flirtear con cuenta persona se te puso enfrente, venir vestida como una puta y estar en tu jodido celular todo el tiempo-

Esto es suficiente, me dieron unas ganas inmensas de llorar por lo que estaba escuchando, tanto de tristeza, como del profundo enojo que sentía en mi pecho, sentí un nudo en mi garganta, más no permití que ni una sola lágrima saliera por mis ojos.

-¡¿Qué m****a te pasa Daniel?! ¿Qué carajo crees que he estado haciendo?, vengo a acompañarte a tu maldito evento, me vestí de la forma más a apropiada que pude hacerlo. Discúlpame por aburrirme y no ser capaz de estar con mi maldito trasero pegado a la silla sin hacer un jodido movimiento como tú. ¡¿De qué carajo estás hablando?!- Exploté diciéndole alguna de las cosas que sentía queriendo ser prudente, pero esto se estaba saliendo de control.

-¡Deja de hacerte la mosca muerta Catalina ! ¿Crees que no noto como el estúpido de Sebastian te quiere meter a su maldita cama al igual que el imbécil de su amigo? Pero claro eso no te molestaría para nada ¿Cierto? Después de todo eres experta en ello...-

-¡YA BASTA!- Grité más que harta –Escúchame bien Daniel, es la última vez que permito que me hables de esa forma, no sé de donde surgió tu coraje y tus estúpidas ideas de que soy una cualquiera. Soy una dama, me he dado a respetar siempre, y te guste o no, tú me vas a respetar también. Estoy harta, tan harta de esto, de esta situación, y de ti. Ya no puedo seguir con esto Daniel, se acabó...- Solté con la voz quebrada, era cierto, estaba muy cansada de esta situación.

Daniel pareció enloquecer ya que su rostro se tornó rojo de coraje.

-¿Qué dijiste?- Preguntó acercándose peligrosamente a mí -¿Quién te crees que eres? Tú no vas a terminar conmigo Catalina , eso no lo voy a permitir nunca...-

Lo que nunca había visto jamás comenzaba a suceder, Daniel levantó su puño con intención de golpearme, no me dio a tiempo a reaccionar por lo que solo pude cerrar mis ojos esperando el impacto en mi rostro, pero ese impacto nunca llegó...

-¿Qué m****a crees que ibas a hacer estúpido?- Se escuchó una voz masculina, abrí mis ojos sorprendida encontrándome con David .

-No es tu maldito problema imbécil- Soltó Daniel enojado.

-Yo creo que es completamente mi problema, lárgate de aquí si no quieres que te destroce la puta cara por intentar hacer lo que estabas por hacer- Le soltó Chis en voz baja pero audible y lo veía con una mirada de odio puro, yo veía la escena atónita.

Daniel lo siguió viendo, pero David no bajó su mirada, al contrario. Se aseguró de que yo estaba a salvo a unos pasos detrás de él, Daniel me miró furioso viendo la situación.

-Esto no se quedará así Catalina , piensa en lo que hiciste, no tienes a nadie más que a mí, nadie te querrá nunca, piénsalo, cuando me busques para volver puede ser demasiado tarde...- Decía Daniel viéndome.

-Cállate ya- Soltó David tajante.

Yo veía con asombro todo lo que estaba sucediendo, Daniel me estaba amenazando, y David había salido de algún lado a defenderme, estaba asustada, pero no dejé que ninguno de los dos viera mi debilidad. Daniel y David se miraron fijamente un par de segundos más, hasta que Daniel decidió irse no sin darme una última mirada de advertencia antes.

-¿Estás bien?- Preguntó David preocupado una vez que Daniel salió de nuestra vista. Yo tardé un par de segundos en responder.

-Y...Yo... Sí, estoy bien- Respondí dudosa finalmente –Estoy muy avergonzada por esto, solo puedo agradecerte por haberme ayudado, muchas gracias David -

-No tienes nada que agradecerme Catalina - Dijo suavemente mientras acariciaba mi mejilla –Y no tienes por qué avergonzarte, no fue tu culpa-

Yo me sentía segura a su lado y bajo su toque, pero mi mente era una montaña rusa de emociones y no sabía que estaba sucediendo.

-Tengo que irme- Solté susurrando viendo sus ojos, él demostró preocupación ante lo que dije.

-Por favor, no te vayas así, o déjame llevarte a tu casa- Estaba conmovida por su trato y su manera de querer cuidarme pero yo ya no soportaba más.

-No, descuida, no te preocupes por mí- Pedí mientras me alejaba de él –Y gracias de nuevo... por todo- Dije finalmente apartándome y caminando rápidamente hacia otro lugar sacando mi teléfono y llamando a Delia.

-Voy en camino preciosa, ¿Qué sucedió? ¿Estás bien?- Contestó Del rápidamente muy angustiada.

-Han pasado tantas cosas Del, te necesito...- Me limité a responder con la voz entrecortada.

-Estoy a 2 minutos de ti, quédate donde estas- Pidió de igual forma.

-De acuerdo...- Respondí esperando a que Delia llegara conmigo en mi auto.

¿Qué carajo acaba de suceder?

POV David

La situación frente a mí estaba sobrepasando mis límites, después de que Sebastian se fue a bailar y me quedé solo con Catalina y Daniel todo empezó a resultar muy mal. Notaba como ella estaba sumamente incomoda por lo que estaba pasando con su pareja. En un momento ella pareció responder unos mensajes en su teléfono y su novio se volvió loco, comenzó a reclamarle cosas sin sentido y a decirle cosas bastante denigrantes, yo realmente estaba furioso por el trato que le estaba dando ese hombre.

Comenzaron a discutir fuertemente frente a mí, yo me puse alerta porque veía el comportamiento agresivo de Daniel y temía honestamente que le pudiese hacer algo a Catalina , iba a cavar su propia tumba si el imbécil ese se atrevía a tocarle un solo cabello. Ella se defendía de los comentarios que le hacia ese hombre y le exigía respeto, en un momento todo se salió de control y se levantó de la mesa llevando a Catalina con él tomándola del brazo probablemente lastimándola.

No me quería ver como un entrometido, ya que había conocido a la chica apenas una hora atrás, pero algo dentro de mí me gritaba que tenía que protegerla y ponerla a salvo de todos y de todo, así que no dudé en ponerme de pie y seguirles manteniendo un poco mi distancia.

Ellos salieron a la calle y yo me mantuve observándolos un par de metros atrás sin que me pudieran ver, me sentía como un maldito acosador, pero tenía que estar seguro que ella estaría bien, ese hombre no me daba buena espina. Su discusión se ponía cada vez más violenta, ella pedía explicaciones y exigía que se le tratara como lo que era, una dama.

Daniel criticó su forma de vestir, le decía que era una cualquiera y reclamaba que flirteara con todos, incluso mi nombre y el de Sebastian salieron a relucir en sus reclamos, pero a mí no me parecía para nada que Catalina diera esa impresión, al contrario, se veía como una mujer sumamente inteligente, amable y educada. No niego el par de intercambios de miradas que hubo entre nosotros, pero no hubo nada más que eso, ella se comportó completamente a la altura y estaban muy fuera de lugar los reclamos de Daniel.

Estaba hirviendo de coraje al ver como la estaba tratando, ella se defendió de la forma más impecable en que lo pudo hacer y le exigió a su pareja terminar con su relación lo cual me dejó algo consternado. Lo que no esperaba era que eso sería el detonante para que ese maldito quisiera atacarla, por lo que me moví lo más rápido que pude y lo alejé lejos de ella.

-¿Qué m****a crees que ibas a hacer estúpido?- Pregunté furioso empujándolo.

-No es tu maldito problema imbécil- Respondió él a la defensiva, se convirtió en mi problema desde que puse mis ojos en esa mujer.

-Yo creo que es completamente mi problema, lárgate de aquí si no quieres que te destroce la puta cara por intentar hacer lo que estabas por hacer- Advertí en voz baja mirándolo con odio, estaba haciendo uso de todo mi autocontrol para no golpear a este sujeto.

Me caracterizaba por ser una persona bastante tranquila, pero esta situación sobrepasó mis límites, él me miró igual de enojado pero no bajé mi mirada nunca.

-Esto no se quedará así Catalina , piensa en lo que hiciste, no tienes a nadie más que a mí, nadie te querrá nunca, piénsalo, cuando me busques para volver puede ser demasiado tarde...- Soltó Daniel viendo a Catalina .

-Cállate ya- Advertí tajante.

Nos vio a Catalina y a mí una última vez, yo estaba delante de ella protegiéndola, y no me moví un solo centímetro hasta que él se fue. Inmediatamente el sentimiento de angustia se apoderó de mí por miedo a que le hubiera hecho algo, por lo que rápidamente me voltee hacia ella.

-¿Estás bien?- Pregunté acercándome un poco más de lo debido, pero no puedo evitarlo, su sola presencia me atrae hacia ella como si fuese un imán.

-Y...Yo... Sí, estoy bien- Respondió algo dudosa, como si estuviera desorientada –Estoy muy avergonzada por esto, solo puedo agradecerte por haberme ayudado, muchas gracias David -

¿De qué habla? Jamás me pasaría por la cabeza creer en las estupideces que dijo ese hombre, no la conozco pero puedo estar seguro de que ella no es ninguna de esas cosas.

-No tienes nada que agradecerme Catalina - Dijo en voz baja mientras acariciaba su mejilla –Y no tienes por qué avergonzarte, no fue tu culpa- Aclaré rápidamente esperando que se sintiera un poco mejor

Ella pareció estar un poco más tranquila, pero su rostro se veía afligido, lo cual entendía completamente después de la situación que se presentó,

-Tengo que irme- Susurró después de unos segundos, eso me alarmó al instante, no podía permitir que se fuera en esas condiciones.

-Por favor, no te vayas así, o déjame llevarte a tu casa- Pedí esperando que me permitiera ayudarla.

-No, descuida, no te preocupes por mí- Dijo mientras se alejaba de mí –Y gracias de nuevo... por todo- Terminó por decir caminando lejos de mí sin siquiera darme oportunidad de responder.

No podía seguirla ni forzarla a dejarme ayudarla, ya que al final del día no éramos nada, pero realmente quería estar con ella solo hasta asegurarme de que estuviera a salvo... Necesitaba hablar con Sebastian, seguramente estaría angustiado por no vernos en la mesa.

No puedo creer lo que esa mujer acaba de hacerme en el transcurso de dos horas, m****a ¿Qué voy a hacer?...

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