Capítulo 78. Suelta a mi mujer
Alexia, que había estado dando vueltas sin rumbo, imitaba lo que Matías llevaba haciendo desde que salió de la mansión. Ya estaba a punto de rendirse, convencida de que este no era un buen momento para acercarse a su pobre víctima.
Pero justo cuando había decidido irse, lo vio detenerse frente a un bar. Sin pensarlo dos veces, ella hizo lo mismo y entró tras él, con la excusa de brindarle algunos consejos… como toda una “verdadera amiga”, solo de pensarlo, se reía por dentro, porque sabía que nunca sería su amiga. Más bien, sería una enemiga más en su vida, porque con la forma en que trataba a las mujeres, debía de tener muchas mujeres que lo odiaran.
Pero eso, por ahora, no le importaba, ya que lo importante era aparentar ser una buena amiga, alguien que lo escuchara y lo acompañara en su momento más vulnerable.
Y ella estaba decidida a ser esa compañía que él necesitaba… porque ese sería el primer paso para conquistar a ese idiota y demostrarle cómo terminó enamorándose de una “enan