Capítulo 49. Mujer manipuladora
Luciana, al verlo, quiso dar media vuelta y retroceder de inmediato, pero ya era demasiado tarde: Maximiliano la había visto y caminaba decidido hacia ella, impidiéndole cualquier intento de escape.
Cuando estuvo frente a ella, comenzó a explicarle nuevamente todo lo que había pasado anteriormente con Olivia. Le aseguró que no se divorciaría de ella y le pidió un poco de tiempo para resolver el asunto con Olivia. Además, confirmó lo que ella sospechaba, ya que había estado todo el día esperándola.
Luciana lo miró con asombro y le preguntó:
—¿No tienes trabajo que hacer? ¿Has perdido todo el día esperándome?
La respuesta no vino de él, sino de su asistente, Juan, quien intervino y dijo:
—Señora, el señor canceló muchas reuniones ayer y hoy. Dijo que lo más importante era usted... tanto así que ni siquiera ha comido nada en todo el día.
Por un instante, Maximiliano pensó en despedir a su asistente por entrometerse en sus asuntos personales, especialmente los que tenían que ver con su es