Capítulo 50. Conociendo a su bisnieta
Luciana estaba un poco nostálgica por lo que había dicho anteriormente Francisco, pues recién se dio cuenta de lo feliz que podría haber hecho a la abuela de Maximiliano si hubiese regresado antes, y ahora se culpaba por ello.
En su mente se dijo que, después, iría al cementerio a visitarla y le pediría perdón, ya que por su culpa no pudo conocer a su única bisnieta. Estaba sinceramente arrepentida, pero sabía que no podía devolver el tiempo, ¿cierto?
Doña Beatriz siempre la había tratado muy bien. Desde que se casó con Max, fue como una verdadera abuela para ella. Luciana sabía mejor que nadie cuánto la quería, ya que siempre anteponía su cariño por encima del que mostraba a su propio nieto.
Luego, al escuchar que don Francisco quería conocer a su hija, su respuesta fue casi inmediata: un sí. Pues la noche anterior había ido a la mansión de sus padres a ver a su pequeña y le había contado todo sobre quién era su padre. Además, no tenía motivos para negarse, ya que su hija había recib