Capítulo 43. Suicidarse
Después de salir del hospital, Luciana caminó sin rumbo fijo, hasta que vio un parque cercano y se dirigió hacia él para sentarse y pensar en lo que debía hacer ahora. Aún no entendía por qué Max le había mentido tan descaradamente. Si tanto deseaba divorciarse de ella… ¿Por qué la llevó a esa cabaña?
Cuando logró calmarse un poco, sacó su teléfono con la intención de llamar a su hermano, pero sabía que él iría directo a reclamarle a Max, o incluso sería capaz de matarlo por lo que le estaba haciendo, y eso era lo último que quería.
Después pensó en llamar a Eliam, pero él no respondió el teléfono. Ahora no tenía a nadie más a quien recurrir y en ese país ya no le quedaban amistades. Justo cuando pensaba que no tenía a nadie más a quien llamar, su teléfono empezó a sonar con una llamada de número privado.
Las dos primeras veces la rechazó, pero enseguida le llegó un mensaje que decía:
“Luciana Herrera, será mejor que me respondas el teléfono ya mismo, si no quieres que te mate por hab