Capítulo 18. El regreso de Luciana
Ya habían pasado quince días desde que Luciana se enteró de que su esposo se casaría con Olivia. Y como se había prometido a sí misma, no iba a permitir que esa parejita viviera feliz.
Se dijo que se convertiría en la piedra en el zapato para ambos, porque ni muerta permitiría que fueran felices. Además, quería hacer sufrir a aquella familia entera, y qué mejor forma de hacerlo que con su sola presencia.
Así que salió del aeropuerto con gafas oscuras y su hija tomada de la mano, caminando con firmeza hacia donde su hermano ya la esperaba. A su lado, la niñera arrastraba un carrito lleno de maletas.
Axel, que las esperaba afuera en su coche, al verlas aparecer, se bajó con una gran sonrisa en los labios para darles la bienvenida. Abrazó a ambas con cariño mientras decía:
—Vamos, deben de estar cansadas después de un viaje tan largo... Además, tengo el carro mal estacionado.
Luego tomó a su sobrina en brazos y exclamó con ternura:
—¡Lía, has crecido mucho en estos dos meses que no te ve