Me fui hacia donde estaba el despacho de mi esposo algo temerosa, pues algo me decía en mi interior que no iba a ser una conversación agradable la que íbamos a mantener Mario y yo. Ya en la puerta toque con los nudillos esperando a escuchar su voz para poder entrar, pero fue él mismo quien abrió dejandome entrar, sentándose seguidamente Mario en su sillón cogiendo el vaso de whisky que tenía encima de la mesa dándole un sorbo largo,
—- Sientate Keira, tenemos que hablar muy en serio de lo que ha pasado hoy en la universidad con tus amigos — me dijo teniendo su ceño fruncido.
—- Mario no he hecho nada malo, Carlos nos ha ayudado a rellenar la matrícula y se ha acercado de pronto a la mesa donde estabamos otro amigo de Alicia —- le comente.
—- ¿Un amigo de Alicia? pues bien que se ha acercado a ti ese amigo, se le veia que tenia ganas de algo más que ser tu amigo —- me dijo, dandole un puñetazo a la mesa del despacho.
—- Estás equivocado y celoso, solo se ha sentado a mi lado, nada más—