— ¿Te quedaras con Naven esta noche? — Consulta Lucrecia observando el apuesto rostro de su hijo.
— ¡Eh! — Sofia no esperaba aquella pregunta.
— ¿Te he preguntado si vas a quedarte esta noche con tu marido?
— Oh, si, claro, yo me quedo con él, claro que antes iré en la Residencia por algunas prendas para él, me cambio yo, y después regresó.
— Haces bien querida, Flor y yo estaremos aquí, ve con cuidado, nos veremos cuando regreses.
— ¡Gracias! — Después de eso, Sofia sale de la habitación y Catalina estaba esperando por ella.
— Por un momento he pensado que debía de entrar en la habitación y salvarte.
— Por supuesto que no, nada más estábamos hablando, tanto la abuela y la madre de Naven se han portado muy bien conmigo.
— Me alegra saber eso Sofia ¿Que haremos ahora?
— ¿Crees que puedes llevarme en la Residencia debo de traer ropa para Naven, cambiarme yo y venir preparada para pasar la noche con él aquí en el hospital.
— Claro. Es hora de ir, para que vuelvas pronto a cuidar de tu e