"Sanathiel: Pactos Bajo la Luna"
Zaira, decidida a descubrir más sobre el misterioso vínculo entre los licántropos y los cazadores, cruzó una vez más el límite prohibido. Llevaba consigo una canasta de frutas y carne, como había hecho durante las últimas semanas. Su corazón latía con fuerza; no era solo el temor a los peligros del bosque, sino también la intriga que la bestia sin nombre, despertaba en ella.
Mientras dejaba la canasta bajo un viejo roble, una voz profunda resonó detrás de ella.
—Eres persistente, cazadora. ¿Realmente crees que un poco de fruta y carne cambiará siglos de odio?
Zaira giró bruscamente, encontrándose con un hombre cubierto de pieles de oso. Su cabello rubio reflejaba los rayos plateados de la luna, y sus ojos dorados brillaban como si pudieran leer su alma. Junto a él estaba el lobo negro, Salomón, quien la observaba con desconfianza, su silueta oscura y robusta contrastando con la serenidad de aquel hombre, al que llamo:
—¡Sanathiel!
—No espero cambiar nad