9. UN INICIO HUMILLANTE
No entiendo por qué Alfa Zayden me incluyó, de la nada, en algo tan importante como la ceremonia de selección para la Luna Suprema. Por donde lo mire, no tiene sentido. Él debería elegir a alguien que ame, alguien con quien comparta algo real. Ese cargo no es solo un título: es vital para la vida del Alfa y para el equilibrio de las manadas.
¿Para qué involucrarme si no hay nada entre nosotros?
No debería jugar con esto.
No todos creen en los mates. Para algunos, es solo una fantasía adolescente, una idea romántica que suena bien en cuentos, pero no en la vida real. Aun así, yo sí creo. He escuchado testimonios. Sé que existen.
Recuerdo una frase que escuché en un documental:
—La juventud está tan enfocada en vivir el momento, tan obsesionada con la tecnología y la apariencia, que han dejado de creer en los antiguos dioses. Ahora sellan vínculos con quien les conviene, marcando parejas por elección... y así, las almas destinadas pierden la oportunidad de encontrarse.
Quizá tengan razó