89. SE SIENTE DIFERENTE
LYRA
El bar apestaba a sangre, sudor y miedo.
No me detuve a pensar, solo me aferré al brazo de Zayden mientras cargaba el cuerpo de Duncan antes de que la policía irrumpiera. El ruido de sirenas estaba cada vez más cerca, y aunque hubiera sido sencillo dejarlo ahí y que se lo llevaran, sabíamos que un juicio humano nunca podría contenerlo… ni darle el final que merecía.
Solo había un lugar en el que podíamos mantenerlo bajo control.
El templo.
El trayecto fue silencioso, pero no incómodo.
Zayden, con la vista fija en el camino, rompió el mutismo solo una vez:
—Su lobo se llama Kael. Nunca fue aceptado por su parte humana… es un lobo roto.
Y después… nada.
Se encerró en ese espacio mental que solo él conoce, hablando con Kael, tratando de reconfortarlo.
Me duele el corazón por ese pobre lobo. Estoy segura de que junto a Ron, nunca más se sentirá solo.
Duncan sangraba más de lo que esperaba. Desde que Kael salió de él, había perdido su capacidad de regeneración. El médico que lo rec