Camille
Después de la visita de Leonardo en mi casa hace dos semanas, no he vuelto a saber nada de él, por lo que supongo que todo el asunto de los bocetos debe de estar solucionado y no creo volver a verlo. Me dirijo al hospital para ver a Don Xavier, tiene mucho que no lo visitó.
La última vez fue unos días antes de mi supuesta boda. Abro la puerta de su habitación y lo veo con su asistente; al verme entrar me regala una gran sonrisa que me reconforta el alma.
—¡Mi pequeña, Cam! Hace tiempo que no venías a ver a este viejo, sé que estabas muy ocupada en tu luna de miel, pero te has olvidado de mí —se queja con tristeza.
Me acerco mientras le doy un gran abrazo y un beso en la mejilla, lo considero como a un abuelo más. Trato de contener mis lágrimas, pero no puedo y al final termino llorando sobre su hombro.
—¿Qué te pasa, pequeña? —me cuestiona preocupado—. No asustes a este viejo.
Al final lo miro a la cara y le comento todo lo que me ha sucedido. Lo único que evito contarle es qu