La sangre que manchaba su cara había sido limpiada. La tensión que demostró por la noche, se esfumó - ¿a qué te refieres? - preguntó simplemente.
-a cuando te ofendí en el restaurante - sus dedos se apretaron - dije algo que te molesto.
Ethan no vaciló, manteniendo la vista fija en sus ojos - no sé de qué hablas.
Teo inhaló - Bien, si no quieres ser sincero está bien - Bajó las manos y las limpió en su pantalón - supongo que mi comentario fue imprudente. De cualquier manera, me disculpo.
El silencio inundó el lugar; mientras Ethan se concentraba en sus ojos como si fuera la única cosa que juzgar en la habitación. De pronto, Ethan abri&oac