XIII Mi cuerpo es mío
—¿Qué te pasó en la mano, amor?

Mad había ido a buscar a Ana al campus donde ella estudiaba para pasar la tarde juntos. Un paseo por la avenida, charla en una cafetería, escarceos varios, lo habitual.

—Un esguince de muñeca mientras me ejercitaba, no es nada grave.

Las vendas en la mano ocultarían los tatuajes por un tiempo.

—Mejor cuéntame cómo te ha ido en tus clases, Ana.

—Muy bien. Tuve calificación máxima en el trabajo de investigación que hice con mis compañeras.

—Felicitaciones. Creo que te mereces un premio.

Cuando llegaron a la cafetería, Mad ya le había comprado flores, una pulsera de plata, chocolates y hasta un sombrero. Un niño entró al lugar para vender tarjetas. Mad lo llamó para comprarle una y se la dio a Ana.

—Es idea mía o hiciste algo malo —dijo ella con suspicacia.

—¿De qué hablas?

—Estás sobrecompensando. Todos estos regalos cuando no es navidad ni mi cumpleaños me hacen pensar que intentas aliviar alguna culpa que guardas.

Vaya cerebro que tenía Ana. A t
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo