¿Qué mierda le sucede? Nunca había sido tan dura...
Me molesta viniendo de ella. Se suponía que todo estaba bien. ¿Qué cambió de repente?
Me paso la mano por la cabeza, despeinándome por completo, y aflojo la corbata. Siento que me ahogo.
Busco la botella. Ni siquiera me sirvo un trago, y me la llevo directo a la boca.
—Estás loca si piensas que te irás tan fácilmente... No te irás de mi lado, nunca. Acordamos dos años, pero mierda, te quiero aquí toda la maldita vida—
Me embarga una sensación de malestar. Miro la botella y la estrello contra la pared, derramando el líquido sobre el piso.
Salgo del estudio. Tengo que hablar con ella, hacerla entrar en razón. Subo las escaleras rápidamente y abro la puerta.
Ella estaba durmiendo... Dormía como un ángel. Me siento en la cama, a su lado. Tiene lágrimas secas en el rostro, y me dejo caer junto a ella, abrazándola, sintiendo su calor... ese del cual no iba a alejarme nunca.
—Lo siento por ser un egoísta... No puedo dejarte ir, no después d