Capítulo 60 — Un Día para Recordar
Virginia no podía apartar de su mente el rostro del marqués de Northfolk. Cada recuerdo suyo se deslizaba como una sombra persistente en sus pensamientos, robándole la serenidad que tanto necesitaba. Sin embargo, aquella mañana decidió con determinación que debía apartarlo de su mente, al menos por un día. Había asuntos más importantes que atender.
El doctor Richard Smith llegaría en cualquier momento, y Virginia deseaba que todo estuviera perfecto. Aquella jornada no sería como las demás. Había una sorpresa esperada, cuidadosamente planeada, que cambiaría la vida de su querida amiga Clara Rotten para siempre.
Con la ayuda de Amanda, Virginia supervisó cada detalle: las flores del comedor, el mantel bordado, el té dispuesto sobre la mesa de la galería. Luego subieron a los aposentos de Clara, donde su amiga se encontraba leyendo tranquilamente junto a la ventana.
— Buenos días, señorita Clara —saludó Amanda con una sonrisa traviesa—. ¿Lista para come