Cora
–Te tengo– le quitó la venda al chico que está en el suelo quejándose del dolor. Miro de reojo a mi acompañante observándome aterrada, le estiro la mano y al ver que ella no me devuelve el gesto la tomo– te regalo esta– Dani rueda los ojos mientras acepta la venda.
–¿En serio tenías que hacerlo caer?
–Es divertido– seguimos nuestro camino, tengo quince vendas en mis manos y doce en la de ellas, las cuales todas las he conseguido yo– vamos, es un juego, ellos reciben ayuda del hechicero real apenas salen de este juego.
–No me gusta la violencia– hace un mueca, suspiro, Lana me había contado cosas referente a lo cruel que era su madre con ellas cuando no hacían lo que querían.
–Tratare de ser menos violenta– paso mis manos por sus hombros, tratando de comprenderla aunque realmente me costaba un poco, me había criado de una manera diferente, soy competitiva, me gusta jugar de ambas maneras y me gusta ser ganadora de alguna u otra manera. Y eso fue lo que me llevó a perder mi famili