Xenois

Seis malditas horas. Habían sido seis horas desde que Thorne me arrastró desde el estacionamiento de la escuela como si fuera un delincuente adolescente atrapado infringiendo las leyes, y aún así, no me había dirigido la palabra.

Bueno, no directamente al menos. En cambio, estaba usando a mi asistente personal como mensajera, lo que posiblemente era lo más humillante que me había pasado como Alfa.

—Margo —dijo Thorne desde la otra mesa y silla en mi oficina, manteniendo la voz neutral—. Por favor, dile al Alfa Xenois que su comportamiento el día de hoy no solo fue poco profesional sino una violación directa del vínculo con su compañera.

Margo, que había sido mi asistente personal durante tres años y amiga de Lumina aún más tiempo, me miró con desprecio apenas disimulado. Ella odiaba a Sophia desde el día en que fui al aeropuerto a buscarla y nunca ocultó su opinión al respecto, a pesar de que podía perder el trabajo por ello.

—Alfa Xenois, el Beta Thorne quiere informarte que tu