Capítulo 100.
Zade
Los observé por el espejo retrovisor, viendo la sangre en el rostro de Ollie que manchaba sus mejillas, sus colmillos brillaban bajo la luz interior del automóvil.
—Está manifestando temprano —dije, mi voz estaba cargada de preocupación, aunque trataba de no angustiarme ante las implicaciones de ese comportamiento inusual.
—El estrés que tuvo esta noche fue suficiente para desencadenar un cambio parcial.
Lumina sacó un pañuelo de su bolso, intentando limpiar la sangre de la boca de Ollie con manos temblorosas, tratando de quitar mi sangre de su boca.
—Mírame, bebé —susurró con gentileza, sus ojos se veían aterrados, no de su hijo sino por lo que aquello significaba y podría hacerle—. Mírame, soy tu mami.
Pero los ojos rojos de Ollie permanecían fijos en mí, un gruñido bajo salía de su garganta. Estaba atrapado entre su yo humano y su lobo, siendo demasiado joven para entender qué le pasaba.
—Ollie —dije suavemente, encontrando sus ojos en el espejo—. Sé que estás enojado conmigo p