Una familia peculiar
Por Daniel Reed.
—Si sigues paseandote así harás un hoyo que llegue a la China.
—Es que Hanny no me ha llamado en todo el día y ya me estoy preocupando ¿Les habrá pasado algo?
—No nos ha pasado nada señor P, pero gracias por preocuparse.
—Hola, amor.
Es divertido y hasta tragicómico ver como Benedict corre hacia Hanny y la levanta del suelo para girar con ella como si no la hubiese visto en años, mientraa Melanie revira los ojos y hace una mueca de desagrado.
—Ay, por favor, señor P. No nos fuimos por un año, apenas y fueron unas horitas.
—Pero pareció una eternidad, Mel. Ya te quiero ver cuando te enamores.
—Eso jamás pasará, yo seré la tía solterona, con varios toy boys y unos cuántos perros y gatos.
—M…
—Ni se te ocurra, Hanna María del perpetuo cosorro.
—Está bien, pero creo que Ben tiene razón, algún día puede que te enamores y conozcas esa sensación de querer estar con la persona que amas en cada instante.
—Paso.
Mel hace una mueca de asco que me provoca un