La chiquilla mimada de los Scott, me mira con cara de pocos amigos, mientras su amigo está a su lado sopesando las implicancias de lo que le estoy pidiendo, pero diablos, esto es más difícil de lo que esperaba. Sobre todo teniendo testigos de cargo, como había dicho ella.Su leve carraspeo y las palabras que no salen de su boca, me indican que debo hablar, sino perderé mi única opción.—Siento mucho tener que pedirte esto, Cicarelli, pero eres la única que cumpliría con los requisitos de mis padres— digo para que me crea, pero su risa vuelve a llenar la pequeña habitación y su amigo se cubre el rostro mirándome como diciendo la estás cagando hermano,, por ahí no iba la cosa.—Pero Capitán, eso es ridículo. Si usted lo ve de todas las formas posibles su familia no se creerá en nada que yo—se indica con el índice en su pecho—, una humilde aspirante a oficial de policía sea su novia.—Pero pueden decir que el amor nació de a poquito, que él te miraba, lascivamente, de reojo cuando estaba
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