Nina no pudo con su genio y entró en la habitación con el ímpetu de un huracán
- No sé si admirar tu capacidad para mentirme o tu paciencia para soportar cinco años con dolor de cabeza
Mauricio se sobresaltó
- ¿Hay algo más que deba saber? Ya que estamos aclarando quien es cada quien
Cuando Nina miró a la mujer en la esquina de la habitación, todo su cuerpo se paralizó
- Wow… sí que eres igual a Eva
Más que alarmada por las palabras de Mauricio, el corazón le latía a mil desde que escuchó a esa mujer
No estaba segura de dónde la conocía, pero estaba segura de haberla escuchado antes
Y al verla, lo confirmó
Con el cabello rubio atado en una coleta alta, Julieta caminó hasta ella con paso firme y el mentón levantado
- Pero te ves… más vulgar - la escaneó con la mirada de arriba a abajo
- Julieta, necesito hablar con mi esposa - Mauricio tenía una expresión aguda
- ¿Quién es tu esposa? – soltó Nina tratando de ignorar a Julieta
Es que todo el cuerpo comenzó a temblarle cuando esa mujer