97. Nunca estuvo más cerca de la completa felicidad
Juan Pablo no sabe como puede guardar tanto rencor por alguien. Específicamente por alguien a quien una vez creyó cercano, alguien en quien confiar. Mientras escucha a Lizardo contando todo lo que dice el testamento actual de Camilo, hierve aún más.
Ismael se queda con todo el porcentaje. Sus hermanos solo tienen un poco, y los hijos de estos no recibirán nada al menos que sean los hijos de Ismael; así de descarado y soberbio resultó ser su hermano.
—Esto no es posible. Algo debe ser falso en eso. El testamento debe ser falso. ¿Cómo Camilo va a cambiar esas decisiones de la noche a la mañana? ¡Es falso! —Juan Pablo exclama, golpeando la mesa. Lizardo suspira—. Ismael lo planeó todo: y claro que planeó estar en esta situación si Camilo llegase a morir. Qué puta casualidad que solo pasaron horas para mostrar su verdadera cara.
—Puedo investigarlo con Osvaldo. Sin que nadie sepa. Es mejor si nadie lo sabe. Para ti, lo que toca ahora es esperar. Y rezar que Ismael no te saqué tampoco de l