90. Confesión
—¿Viste eso es las noticias, Enriqueta? ¿Estás segura? —Gladys abre tanto los ojos. De una vez enciende el televisor. Es muy de noche para que esas noticias la digan. ¿El abuelo de Juan Pablo acaba de fallecer? Gladys mueve los ojos hacia la pantalla y Enriqueta tiene razón—. Por Dios…
—¿Camilo Villarreal? —dice Amaranta, tan impresionada como Gladys y Enriqueta—. No puede ser posible.
“Juan Pablo.” Es lo que piensa Gladys a los segundos. No la habrá llamado por esa misma razón. Su corazón se encoge con la idea de imaginarse a Juan Pablo en ésta horrible situación. A su mente, sin embargo, llega una de las frases que Enriqueta dijo junto a la mala noticia.
—¿Ismael?
—Es lo que están diciendo. Puede que sea un rumor —Enriqueta le dice—. Probablemente lo digan otra vez.
—Pero es imposible. ¿Por qué Camilo pondría a ese hombre cuando Juan Pablo es el heredero? —¿Es que esto es un chiste? Piensa Gladys—. Esto no tiene sentido. No puedo creerlo. Gracias, Enriqueta, llamaré a Tatiana.
Justo