William miró a Charles y no dijo nada. Luego me miró, luego se acercó a mí y me entregó las rosas:
- Son... Para ti.
- G-gracias por su amabilidad. - Mi voz salió débil.
- Es lo mínimo que puedo darte... – miró a Melody ya Alice – Después de haber colocado estas dos gemas en el mundo.
Le entregué las rosas a mi madre, que fue a buscar un jarrón.
- ¿Puedo conseguir un poco? – le preguntó a Melody.
Ella asintió y él tomó al bebé con fuerza de sus brazos.
Me di cuenta de lo mucho que Guilherme se conmovió en ese momento y me gustaría mucho saber qué pasó por su cabeza al ver a su hermana y parte de su familia allí reunida.
Nuestras miradas se encontraron y él dijo torpemente:
- Ella se parece a ti.
- Espero que esto sea bueno. - Bromeé.
- Yo tengo los ojos de papá… Tú no tienes los ojos de papá – Melody miró a su hermano y luego a Charles – ¿Crees que tendrá los ojos de papá?
- Creo que tendrá los ojos de su mamá. - Sonrió, mientras Alice dormía plácidamente en su regazo.
- Se parece muc