CAPÍTULO 25
DANIELA CASARES
Estaba viendo en mi laptop unos locales para comprar para poner mi estética, cuando escuché el timbre y luego a las perras ladrar, me paré de la cama y fui a ver que pasaba. Vi a un cachorrito husky llorando, salí y lo tomé en mis brazos, es una cosita hermosa, me enamoró.
Sally y Cloty me brincaban, reí divertida, pues al parecer estaban celosos de la cachorrita, las acaricie a ambas y me metí.
—¿Quién habrá sido ese desalmado que te dejó abandonada? —La perrita se arrastra sobre mi cama. Estoy acostada a su lado, le acaricio en la cabecita, apenas se le ven sus ojitos.
La agarré y la miré de enfrente, sonreí.
—¿Cómo te llamaré? —Pienso. Luna, mmm no, debe tener un nombre único.
Me pongo a buscar en Internet y encontré uno que me encantó.
—Akira —digo mirándola con una sonrisa en mis labios. Seguía arrastrándose en la cama.
Vuelvo a escuchar el timbre, agarro a Akira y salgo. Veo una nota sobre mi camioneta, frunzo el ceño, la tomo para ver que dice.
“L