CAPÍTULO 24
IKER ARCE
Han pasado dos semanas desde que vi a Danielita en su casa, de vez en cuando paso por su calle y a veces la veo, una de esas veces me ha visto y me lanzaba miradas de odio.
Veo la hora y me doy cuenta de que es tarde, es la posada en casa de mis papás. Tomo en brazos a Hani y me encamino al carro.
—Vámonos —La cachorrita me mueve la cola emocionada, le encanta subirse al carro, río divertido.
Paso por la casa de mi hermosa, veo que también tiene posada, se ve animada su fiesta, la música se escucha fuerte.
—Mira Hani, aquí vive el amor de mi vida —Me mira con su lengua afuera. Acaricio su cabeza y continúo mi camino.
—Hijo —Me saluda mi madre.
—Hola —Beso su mejilla.
Veo a mis sobrinos correr hacia nosotros.
—Trajiste a Hani —Camilita me la quita de los brazos. La llena de besos, la perrita feliz.
Mamá y yo reímos. Nos reunimos con los demás, saludo a todos.
—¿Cómo andas? —Preguntan mis primos.
—Bien, ¿Y ustedes? —Bebo de mi cerveza.
—Bien, bien —Responden. Les