CAPÍTULO 26
DANIELA CASARES
El lugar en donde pondré mi estética se mira muy bien, de buen tamaño, tiene buena iluminación, me encanta, me veo trabajando aquí. Una sonrisa se dibuja en mis labios.
—Me quedo con el local —La señora Fabiola asiente esbozando una sonrisa.
—Muy bien, vamos para firmar el contrato —Asiento. La sigo mientras voy admirando el lugar.
Firmamos el contrato, y nos despedimos estrechándonos la mano, me pongo y acomodo la silla en el escritorio.
Escucho mi celular y lo busco en mi bolso.
Contesto.
—Hija, ven a la casa para darte tu dinero de las rentas, ya le di la mitad a tu hermano —Dice mi mamá Lore.
—Okay, en unos minutos estaré allá —Colgamos.
Me subo a mi camioneta y me marcho.
ROMINA
Mira nada más quien está ahí la maldita desgraciada por la que Iker me rechazó, se mira distinta, aunque se haya cambiado su look sigue siendo la misma mocosa insípida.
Al ver que está a punto de irse, me preparo para seguirla.
Llega a una casa algo lujosa, su familia la salu