Inicio / Romance / Reconquistando tu amor / Necesito salir de aquí p2
Necesito salir de aquí p2

El sonido de nuestros cuerpos y los gemidos que salían de nuestras bocas era lo único que contrastaba con la música que se escuchaba a lo lejos, disfruté cada una de las formas en que manejó mi cuerpo y de las veces que llegamos al éxtasis, mañana tomaría la píldora y haría como si nada, pues no nos cuidamos, pero es que sentir a este hombre dentro de mí era abrumador y no quería que parara…

Cuando estallamos la última vez, caímos exhaustos, él sobre mi espalda, comenzó a dar suaves toquecitos y pequeños besos que hicieron quedarme dormida…

— Oh, enana. Gracias por no dejarme, eres la más importante en mi corazón… — fue lo que escuché salir de sus labios, al final si estaba diciendo la verdad, pero no a mí, sino que a ella, mi mejor amiga…

No sé cuánto tiempo a pasado, sólo que escucho los gritos de Thomas, mientras que descubre mi cuerpo dolorido por tanto que hicimos. 

— ¿ Qué me hiciste?

— Thomas ¿De qué hablas?

— ¿Cómo pudiste aprovecharte de mi en este estado? ¿Y así te dices ser su mejor amiga?

— Thomas, estás equivocado, yo… yo sólo…

— Tú nada, pendeja. Lárgate de mi vista, no quiero saber de ti.

— Estás siendo injusto conmigo, pero está bien, me voy, no vales la pena maldito tres patas, pero recuerda bien mis palabras, el día que realmente te enamores de alguien, espero que te haga sufrir hasta lo indecible, que te tengas que arrastrar ante sus pies y ella te pisotee como la basura que eres. Me usaste y yo lo acepté, pero esto que acabas de decir es una total y completa estupidez. Yo no te he pedido nada y tampoco pienso hacerlo, me entregué solita a ese “deseo” que dijiste que sentimos, pero hoy se acaba, Thomas Scott. Dana Rogers jamás será pisoteada por nadie más.

Tomé mis cosas y me vestí rápidamente, él ni siquiera se inmutó con mis palabras. «Eres una tonta, tonta Dana», me gritaba mi conciencia y yo solamente quería salir de ahí, lo miré esperando una respuesta o algo de su parte, pero él se había cubierto con las sábanas y al parecer se había vuelto a dormir. ¡Divino! era una tonta elevada a la décima potencia por creerle, capaz y el muy maldito ni siquiera estaba drogado o borracho como me hizo creer, pero lo hecho, hecho estaba.

Al salir de esa habitación, caminé a hurtadillas por el pasillo, esperando que no me notara alguien, pero me encontré con la señora Blue.

— Dana ¿Estás bien cariño?

— Sí, sí, si Blue, sólo que debo salir de inmediato al aeropuerto, me han llamado con urgencia de la locación y debo estar a mas tardar en la noche allá.

— ¿Tan temprano están filmando?

— Pues sí, hoy las escenas eran de madrugada. — mentí y me sentí como la m****a.

— Será mejor que aproveches el vuelo de los chicos, ellos ya están por partir a su luna de miel y de paso pueden llevarte.

— No quiero importunarlos…

— ¿Cuándo has sido una molestia mi sombrita? Uy, el alcohol si que te dejó mal eh. — dice mi mejor amiga, llegando a donde estábamos conversando con su mamá y yo quería salir pronto de ese lugar, no vaya a ser que ese demonio apareciera y les dijera cosas equivocadas de mí.

— Cállate loca, no digas esas cosas delante de tu mamá.

Blue se ríe de lo que estamos y diciendo y yo no sé dónde esconderme, no quiero que me descubran y menos que lo descubran a él después de lo que hicimos anoche

— No hay problema cariño, también fui joven, pero bueno, aprovecha, has lo que te digo.

—Sí, te vas con nosotros, no te preocupes.

—Está bien, me molesta hacer tanto drama, pero necesito salir lo más pronto posible.

— Está bien, preciosa. Vete con los chicos, ya Jex tiene lista la camioneta.

— Voy a darles el último beso a mis granujas y te veo en el auto, sombrita.

— Ok, dales uno de mi parte. — Alma se adentró en una de las habitaciones y yo traté de salir lo más rápido de aquí, pero la señora Blue me tomó del brazo.

— ¿Estás segura de estar bien?

— Sí, sí, de verdad.

— Cariño, si alguna vez quieres hablarlo, no dudes en llamarme, estaré para ti. — me entregó una de sus tarjetas y luego palmeó mi hombro.

¿Habrá escuchado algo? 

¡Dios, qué vergüenza!, espero que no, me muero si ella descubre lo que pasó y más aún Alma que recién está celebrando su felicidad..

Me miré en el espejo que había en el pasillo y noté mis labios hinchados, al igual que unos pequeños moretones en el cuello, diablos se nos había pasado la mano. A lo mejor fue eso lo que vio la señora Blue, pero ya lo pasado, pisado, debía salir de aquí, sino en la mañana ardería Troya.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP