-Dana-
Unas semanas antes de la bienvenida...
-Qué bueno que estés aquí conmigo mi sombrita. Upsi perdón, Dana.
La risa me invade y no puedo parar, es que mi ASS no cambia.
-Loca, siempre seré tu sombra, aunque me haya desaparecido por un tiempo y tú serás mi estrella en el firmamento.
Llevábamos como media hora abrazadas y casi no habíamos hablado después de esas frases, pero como mi amiga es una bocaza y buena para sacar información empezó a interrogarme.
-¿Viniste con mi sobrinito?
-Sí, se está quedando en el penthouse de los Konikov Guzmán.
-Así que mi amiga te convenció ¿eh?
-Sip.
-¿Mi mamá ya lo conoció?
-Sip.
-¿Y mí papá?
-Noup.
-¡Dana!
-¿Qué?!
-Deja de hablar con monosílabos.
-Perdón, pero es que todo esto es... Uff, tan extraño.
-Dímelo a mí.
-¿Sabías que tu mamá lo supo siempre?
-Ella me lo contó cuando Jex confirmó que vendrías, no pudo negarlo más y de verdad me preocupa qué va a pasar cuándo los demás se enteren.
-A mí sólo me preocupa uno...
-Lo sé, amiga, pero dale la