PUNTO DE VISTA DEL AUTOR

Consejo de Ancianos

La cámara del consejo estaba cargada de susurros.

Cinco ancianos se sentaban en sus asientos, con los rostros marcados por la edad y la desconfianza.

—El Alfa ha cambiado —dijo el Anciano Marrok.— Desde que esa omega llegó, su control se ha debilitado. Todos vieron la luz que destruyó el salón: antinatural. Peligrosa.

La Anciana Rana asintió con gravedad. —Yo también la vi. El cielo se volvió dorado. Eso no era poder de hombre lobo… era otra cosa.

—Algo maldito —agregó otro.— Dice que ella es su criadora, pero lo ha hechizado. Esa chica es la causa de todo lo que anda mal en esta manada.

El anciano principal, Lyran, se inclinó hacia adelante. —Si el Alfa ha sido encantado, nos pone a todos en peligro. La Manada de la Luna Roja jamás se ha inclinado ante la brujería. Debemos actuar antes de que se pierda por completo.

Guardaron silencio por un momento; solo el sonido del viento afuera resonaba en la sala.

—¿Qué sugieres? —preguntó Rana suave