ELEANOR
Solía amar la luna.
Su luz suave, su resplandor tranquilo sobre el territorio de la Luna Roja… antes me daba paz.
Ahora, cuando la miro, solo veo traición.
La luna se burla de mí.
Alguna vez me prometieron todo: el título de Luna, el vínculo con un Alfa poderoso, un lugar al lado del trono de la Luna Roja.
Esperé por Jordán. Creí cada palabra que dijo —cada pequeña y vacía promesa—.
Y entonces llegó ella.
Esa frágil criadora con ojos asustados y manos temblorosas.
Dafne Knight.
Desde el momento en que la vi, supe que destruiría todo.
Solo que no esperaba que lo hiciera tan rápido.
Ahora la manada susurra su nombre con asombro, como si fuera un regalo de la diosa. No ven lo que realmente es: una maldición, una sombra envuelta en piel suave.
No ven cómo ha roto a nuestro Alfa.
Pero yo sí.
He visto sus ojos desde que ella llegó.
Ya no son los ojos de un líder. Son los ojos de un hombre hechizado.
Y no dejaré que me lo quite todo.
El aire nocturno era frío cuando entré en las ruin